MEDICINA SIN MUROS: Alcoholismo y drogas durante la pandemia
El alcoholismo y el consumo de drogas durante la pandemia se ha incrementado en el mundo. Tanto el alcohol como las drogas no son elementos que pueden hacer daño si su uso es tal, que no cree adicción o dependencia. El alcohol y las drogas fueron usadas como medicinas, lubricante social e incluso como un medio de superar situaciones críticas, por los piratas, los marineros, los soldados, las victimas de guerras, enfermedades o catástrofes, para desensibilizarnos y frenar las alteraciones psicosomáticas, que estos eventos pueden producir.
Pero cuando el alcohol y las drogas se volvieron un gran negocio, al igual que la guerra, las gaseosas y las hamburguesas, estas se convirtieron en el origen de enfermedades mentales o físicas, de difícil curación que ahora llamamos adicciones.
Pero las adicciones a las drogas a diferencia de las adicciones al juego, a las apuestas, a la televisión, al sexo, al dinero, a los deportes extremos, en lo que lo que abunda es sobre todo la adrenalina, la fijación de la atención, la secreción de hormonas sexuales o de la satisfacción, como la oxitocina o y mediadores nuerolólogicos, que alteran el funcionamiento neuronal, en las drogas, que pueden ser desde la cafeína, la nicotina, que es la droga mas adictiva, hasta los opioides, que son los que más trastornan el funcionamiento cerebral, hay un elemento químico ajeno al cuerpo, que al igual que las medicinas, producen cambios en el comportamiento de células, órganos y sistemas del cuerpo, y llegan a ser tan necesarios, que su ausencia produce los llamados síndromes de abstinencia, en que primero el cuerpo y luego la mente, reaccionan de manera brutal y violenta, contra la falta del estimulante.
Finalmente las drogas y el alcohol tienen un costo económico y orgánico dentro del cuerpo. El costo económico es que puede llevar a un drogadicto a perderlo todo por la droga, desde dinero, bienes, relaciones sociales, trabajo, o incluso escrúpulos convirtiéndolo en alguien peligroso para si mismo y para otros. El costo orgánico, es que finalmente los órganos que alteraron su funcionamiento pueden entrar en un desordenado desempeño que trastorna el funcionamiento de los demás órganos y sistemas del cuerpo hasta su colapso.
Los drogadictos han pasado a ser los pacientes más caros y difíciles para los gobiernos, los centros de salud y las familias, muchas de las cuales viven catástrofes internas por culpa de las drogas y el alcohol.
El consumo de alcohol y drogas ha pasado a ser, como lo fue un día las religiones, el consuelo de los pobres y los afligidos.
Esta pandemia ha multiplicado su consumo y el combate a las drogas esconde motivos políticos, que permite a países como Estados Unidos, usar sus armas para hacer guerras como las de Afganistán o en Colombia, apropiarse de ejércitos, policías y la justicia, que a su vez pueden respaldar, poner o quitar gobiernos, como sucede en Ecuador, por lo que la lucha contra las drogas, es de lejos un problema sólo de salud, es mas un problema político militar entre países, lo que multiplica las ganancias de los traficantes, que cuanto más riesgos tienen, más precio le ponen a la droga, así, ´ésta se vuelve cara, lo que significa, que para aumentar las ganancias hay que aumentar los adictos, éstos a su vez tienen que ser ricos y a estos adictos se los encuentra en los países desarrollados, por lo que el alcoholismo, que fue usado por los conquistadores europeos para dominar otros continentes, como América, hoy es la droga de los pobres y la cocaína, heroína o las anfetaminas, son esencialmente la droga de los ricos o afortunados, de cualquier país.
Curiosamente El primer país en el siglo XXI en derrotar a Estados Unidos en una guerra: Afganistán, lo ha logrado gracias a los narco guerrilleros, los campesinos, naroproductores y los narcotraficantes del mundo, en especial las mafias, que proporcionaron armas y dinero a los Muyahidines y Talibanes por opio.
Las drogas y la drogadicción es ahora una patología global, que trastorna la vida de países y la economía países como Colombia, Ecuador, Perú, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Brasil, Bolivia, Venezuela, Paraguay e incluso Argentina, y esta pandemia ha convertido a los narcotraficantes y a los narconsumidores, como los que consumen marihuana, en actores políticos visibles recientemente en México, o en la elecciones de USA, que es ahora el mayor productor y exportador de cannabis.
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