MEDICINA SIN MUROS: El sedentarismo el gran problemas de salud global por la pandemia

El sedentarismo ya se volvió un problema de salud antes de la pandemia, pero con las cuarentenas o el distanciamiento social esto se ha complicado. La Internet, que nos permite trabajar, estudiar y visitar a los amigos sin salir de casa, se suma a la movilidad mecanizada, para reducir la actividad física en el mundo. Pero la Internet, además nos conduce a una nueva forma de sociabilidad, en que lo que se dice se piensa y todo puede ser registrado y guardado por las redes sociales, para tiempo indefinido, con lo que las palabras, los gestos, recuerdos, etc. se hacen mas valiosa y perdurables. El trabajo en casa por 8 horas, es otro de los elementos que multiplican el sedentarismo, pero lo interesante es que las oficinas, que pasaron de ser lugares de control y vigilancia de los trabajadores o lugar de encuentro, se han dañado, porque entre los oficinistas y jefes surgen sensibilidades que interfieren con el trabajo o incomodan al los trabajadores. Un problema similar surgió en los centros educativos donde el acoso o la intimidación que llamamos bullying se volvieron un problema global y patológico de la educación. El hacer actividad física, trabajo o estudios en la casa parece ser alternativa ventajosa frente al estos problemas creado por la cercanía física entre humanos diferentes. Pero la falta de actividad física es atrofiante, por lo cual es recomendado seguir rutinas de ejercicios o practicar con un entrenador por internet, pero el contacto con el sol, el aire, la vegetación, y otras personas haciendo actividad física, es ya una imperiosa necesidad, aunque solo sea caminando. El sólo contacto con rayos del sol en forma directa, es un estimulante, por lo que el no poder hacer esto crea ansiedades, depresiones, desilusiones. Pero la mayor dificultad física que nos crea este aislamiento por la pandemia es el sobrepeso, pues nuestro cuerpo consumía calorías regularmente gracias a la motilidad rutinaria, pero ahora ya no consume esas calorías que se convierten en grasa, en peso. Esto predispone a enfermedades como la hipertensión, los dolores articulares, la diabetes o las depresiones. Se hace necesario retomar la actividad física y la consciencia de la relación entre comida y consumo de calorías, establecer metas personales, logros individuales, que nos permitan superar los desbalances que esta pandemia, con el encierro, las cuarentenas y el distanciamiento social, así como las nuevas formas de trabajar, y movilizarnos rápidamente, o largas distancias, nos trastorna el cuerpo. Volver a relacionarnos con el mundo exteriores es un re-aprender a convivir, creando nuestras propias rutinas de actividad física, que pueden ser desde dejar el ascensor del edificio, el auto, o el transporte publico, para ir a lugares cercanos, hasta la practica de calistenia, artes marciales, box, o ping pong , o hacer bailoterapia, yoga, ciclismo dentro o fuera de casa, y ver cada día mecanismo para reocupar la relación los lugares abiertos y otros seres humanos, animales o plantas.

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