La medicina y las salud en Ecuador luego de la pandemia
La pandemia que en Ecuador produjo noticias internacionales en todos los medios de alcance global. Esto se debió a la espectacular forma de morir en las calles, hospitales y casas, sobre todo en Guayaquil, y a gran cantidad de enfermos y muertos en Quito.
Esta fue una dura prueba para la medicina científica, y la salud pública en el país. A la medicina científica se le debe el reconocimiento casi inmediato del virus, y la muy rápida fabricación de vacunas. A la Salud Pública, las campañas de vacunación, que fueron un indudable éxito para el gobierno de Guillermo Lasso, luego de la torpeza mortal y la corrupción con la que se inició en el gobierno de Lenín Moreno, su predecesor,
Las vacunas y la campaña de vacunación se convirtieron en el salva vidas del país, pero también en un negocio extraordinario de los laboratorios por las 4 dosis de vacunas, las pruebas, la fabricación de medicamentos, de equipos, en especial de camas para las unidades de cuidados intensivos, para los proveedores de tanques de oxígeno, de retrovirales, ambulancias, mascarillas, trajes, guantes, etc.
Pero demostró que los médicos, y todo el personal de salud, los policías, soldados, personal de aseo y los que tenían locales de venta de alimentos, los informales en las calles, los mendigos, los desplazados que dejaron Venezuela o sus provincias, fueron víctimas fáciles del virus, al igual que los ancianos, los que tenían enfermedades previas, o los que tenían discapacidades, excepto el presidente Lenin Moreno, que se salvó.
Esa pandemia permitió a los medios, la internet y los gobernantes tener un papel fundamental. Esto se convirtió en un experimento y ejercicio de manipulación mediática, que multiplico el poder de los canales de TV, de las radios, los periódicos, y sobre todo de la Internet.
Los gobiernos pudieron como nunca en la historia decir a los habitantes de un país que deben y que no deben hacer, no obligo a ser sumisos ante los policías, el ejercito, o las brigadas de vacunación. Los militares y policías, ademas lograron tener mas poder sobre la población, armas, sueldos, y otras ventajas, cuando debido a la catástrofe económica que produjo la cuarentena, el distanciamiento social, el cierre de aeropuertos, vías, comercios, el encierro en sus casas de la población, se desató una ola de quiebras, endeudados, hambrientos, desempleados, enfermos agudos y crónicos, desabastecimiento de todo, que nos ha llevado a tener ahora ciudades y provincias inseguras como Esmeraldas, Manabí y Guayas, sobre las que hay estado de excepción, un toque de queda, por la desbocada violencia criminal que viven.
Con la reactivación económica que estamos viviendo, los pobres se convirtieron en ladrones y criminales de cuello sucio con manos ensangrentadas, los de la clase media y profesionales así como los ricos en ladrones o criminales de cuello blanco, que llegaron a ser asambleístas, funcionarios públicos, profesores violadores nuevamente, médicos o periodistas mercenarios, veterinarios,dentistas, abogados, comerciantes que sólo trabajan como las putas por plata o por el salario, tratando de exprimir a los demás ecuatorianos, o los dejan morir si no pueden sacarles dinero, bienes, favores, ventaja. La pandemia nos convirtió a los vecinos de este país en miserables, incapaces de reconocer lo bueno y lo malo de nuestros actos, inclusive en el momento de votar en las elecciones
Esto dio paso a que las medicinas y la práctica médica se haya convertido en un descarado mecanismo de explotación, que inunda los medios con publicidad, que ofrece hasta lo imposible. La mentira política, se convirtió en publicidad, la mentira publicitaria en política del gobierno, de las empresas y los comerciantes.La guerra entre Rusia y la OTAN por Ucrania, ahora ha desencadenado una ola inflacionaria. Esta hace que los precios de todo suban, a partir del precio de los combustibles, luego siguen los alimentos, medicinas, servicios médicos. Los precios de las medicinas y los servicios médicos, han desatado una fiebre por los productos naturales, o las medicinas alternativas, que no necesitan prescripción médica, pero que nadie puede saber que contienen realmente, tampoco se puede reconocer efectos indeseables, donde el valor y supuestos beneficios de las medicinas de las tiendas naturistas, están dados por los gastos en publicidad, no por sus efectos curativos.
En tanto en los campos y ciudades, la medicina preventiva pasó a tener prioridad sobre la medicina curativa. Desde los años 60 del siglo pasado, la medicina rural del Ministerio de Salud, del Seguro Social Campesino y la medicina urbana de los centros de salud, sirvieron para expandir el mercado de medicamentos, convertir al Ministerio de Salud, Seguro Social, el Seguro Social Campesino, los seguros del la policía y las fuerzas armadas en los mas importantes clientes de las casas farmacéuticas. Para evitar los sobreprecios, y las mordidas o coimas, se creó un mecanismo de compra mediante subasta inversa, en que las instituciones de salud del estado presentan el volumen de su requerimiento, en función del volumen de ventas, las casas farmacéuticas pueden bajar los precios, con lo que el gobierno logra centenares y hasta miles de millones de dólares de ahorro en medicamentos. Lo medicamentos necesarios varían de acuerdo a la zona. La Costa y la Amazonía que son trópicos, demandan mas antibióticos, la Sierra mas analgésicos antiespamódicos, vitaminas, pues hay una desnutrición crónica en los Andes que afecta a los niños y embarazadas. Los medicamentos para enfermedades crónicas y catastróficas son el botín mas codiciado.
En los campos, la medicina oficial, no es una medicina científica, sino una medicina política, pues la función de los centros de salud es tranquilizar o sedar a la población, para que la muerte y la enfermedad no despierte la protesta y la inconformidad con el gobernante de turno, o evitar la migración del campo a la ciudad, en base a esto los médicos tienen la obligación de recetar, no lo que el paciente necesita, sino lo que el gobierno decide que puede darle.
Esta medicina rural, y urbano marginal convive con la medicina tradicional, donde los curanderos son los que brindan sobre todo sicoterapias, que el gobierno no brinda, o atención a embarazadas que el gobierno las brinda de manera industrial, poco sensible, donde prima el trato brutal sobre las mujeres en parto, que en los momentos de dolor son víctimas de insultos, gritos, maniobras dolorosas innecesarias, los recién nacidos, que salen del cálido y suave del útero son inyectados, su piel es irritada mediante telas que los rasguñan para sacarles el vermix caseoso, tienen un ataque visual, auditivo y térmico, que despierta su miedo, dolor, un terror ante el mundo extra uterino. Los costos de las medicinas y las consultas hace que las plantas medicinales y la experiencia de los curanderos o curanderas vuelva a ser el centro de la práctica curativa en los lugares pobres y los campos.
La salud pasó a ser objetivo de las campañas políticas, pues fue la oferta de vacunar a 8 de los 16 millones de ecuatorianos en los primeros cien días fue lo que le dio la victoria al candidato Guillermo Lasso. De seguro que el que gane en las próximas elecciones será el que ofrezca medicinas, atención médica gratuita, luche contra la desnutrición mediante el desayuno y almuerzo a todos los estudiantes preescolares, de las escuelas, colegios e inclusive universidades del Ecuador, pues el hambre, la desnutrición, la malnutrición, el alcoholismo y las drogas han pasado a ser la principal causas de problemas de salud física y mental de los habitantes de Ecuador, e incluso de la violencia que vivimos.
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